martes, 5 de febrero de 2013

Crónica personal bcnegra primer día


Cuatro de la tarde del lunes cuatro de febrero. Primer día de bcnegra en La capella y cuando llego la sala, de capacidad para 400 personas, está más o menos a mitad del aforo (a poco de empezar la primera mesa redonda llegaría a los tres cuartos). He hecho un hueco en esa mezcla de actividades laborales, lúdicas y domésticas que estructuran mis días para reservarme esta primera tarde, hasta donde pueda, hasta donde mi conciencia y el previsible margen de horas nocturnas que deba entregar para recuperar lo que no haya hecho por la tarde me lo permita. El espacio tiene la luz y el ambiente adecuado para operaciones negrocriminales, semi oscuro, místico, tenebroso y, por suerte, no hace el frío del año pasado que congelaba los dedos de pies y manos y no nos invitaba precisamente a despojarnos de nuestras chaquetas.
En la tarima ya están tomando posiciones. Me apresuro a recoger mi aparato de traducción simultánea que compense mi limitada capacidad para los idiomas, sin distinción, y me dirijo a una silla al final de las filas ocupadas, por esa vieja costumbre escolar de la que nunca he conseguido desprenderme de sentarme en las últimas filas de las aulas.
La primera de las mesas redondas va sobre tipos de veneno y su uso en la novela negra. Paco Camarasa el comisario de bcnegra toma posiciones junto al micro fijo de la tarima para hacer esta primera presentación. El acto se hace íntegramente en castellano. Hago un paréntesis para elogiar el estilo de este personaje que en adelante aparecerá en los principios y finales de los actos y desaparecerá en los durantes. Su omnipresencia hace que todo ruede sin interrupciones ni contratiempos, que el rumbo se mantenga. Sus intervenciones son justas pero precisas, acertadas, inteligentes, bien condimentadas de ironía. En la tarima toma la palabra una tal Fátima Llambrich, periodista, que conduce bien a los dos ponentes, expertos en química y toxicología. Hago otro paréntesis para elogiar también el haber escogido tan bien a los invitados, de ésta y las mesas siguientes, y de la gran capacidad de los moderadores para conducirlas. Si a esto le sumamos una organización impecable la cosa promete y mucho. Aparte de las referencias a las novelas de Agatha Christie la mesa se desvía más bien a los tipos de veneno que existen, o mejor dicho los tipos de sustancias capaces de hacer estragos en el organismo y su uso, más que en la literatura, en la vida real poniendo como ejemplos diversos casos ocurridos. Es decir, más que hablar de qué utilizan los escritores en sus novelas negras se habla de qué han utilizado los que han matado con este procedimiento y cuáles son las tendencias actuales, para deleite, probablemente, de diversos tipos de futuros homicidas o de psicópatas que debe haber desperdigados por la sala. La ponencia invita. Gran capacidad técnica de los dos invitados con una buenas exposición y destreza para afrontar la nutrida rueda de preguntas (algunas no demasiado acertadas) de los minutos finales. Me esperaba un poco más pero no puedo decir que haya perdido el tiempo.

Siguiendo las indicaciones del comisario estiro un momento las piernas y al poco ya están desfilando por un pasillo lateral los componentes de la mesa siguiente: la taula dels debutants, según el título. Un francés, un italiano y un catalán (no es un chiste), Delplanque,  Soriga i Llort, jóvenes autores para hablar de sus primeras novelas negras. El moderador, Carlos Zanón, autor entre otras de la novela negra No llames a casa, de la que ya hice una entrada en este blog, reparte bien el juego y los tres se apuntan rápido, y lo hacen con humildad y con ganas que tanto una cosa como la otra se agradece, para hablar de sus obras respectivas en un acto que poco a poco traspasa la pauta de las intervenciones ordenadas y va adquiriendo el formato de debate con aportaciones torrenciales y cruzadas que lo enriquece. Casi un brainstorming. Interesante, muy interesante oírles hablar de sus metodologías a la hora de afrontar la escritura, de sus diferencias, de sus especificidades, y reconforta que digan que no planifican demasiado a la hora de ponerse, que un poco sí, lo suficiente para poder escribir después con libertad, para coger los caminos que se les van abriendo delante conforme avanzan. Escribir con brújula y no con mapa, como dice Zanón en un momento intenso del debate. Y más Delplanque, más tendente a la improvisación, a dejarse llevar por su personaje. Se habla de Tarantino, de Frank Zappa, de viagra. La satisfacción de haber venido va dejando paso a la euforia y por eso decido quedarme sin duda al tercer acto. Este segundo ha sido en catalán, francés e italiano, y hemos estrenado los aparatitos de la traducción simultánea aunque veo mucha gente que no lo utiliza, la mayoría de los presentes: será que entienden lo suficiente el francés y el italiano o es que no tienen excesivo interés por lo que dicen. Por cierto, el aforo a estas alturas ya tiene bastante mejor pinta.
Antes, Camarasa interviene para comunicar que el cuarto acto no se celebrará en La Capella, sino que se hará en el Arteria Paral·lel, a diez minutos andando, más de trescientas personas atravesando un barrio tan negrocriminal como es el Raval, curiosa escena que no veré. El acto va de la Corrupción y, dada la actualidad del tema, se prevé que el público desborde el aforo. Acertado cambio de escenario.

Tercer acto. Difícil superar el anterior pero así es. Muy bien moderado por el periodista Toni Puntí asistimos a un “duelo” entre una escritora novel, Dolores Redondo y su obra El guardián invisible y Andreu Martín y su Sociedad Secreta. Esto ya está en su punto álgido. Va del silencio, del silencio de los parajes boscosos de la primera novela y de las mafias chinas de la segunda. En medio de los dos la comisaria, con atuendo reglamentario, de los mossos Cristina Manresa (algún día tengo que ponerme en contacto con ella). Muy interesante sus aportaciones aunque prudente a la hora de dar detalles de las mafias chinas de Barcelona. Un poco más se estira Andreu Martín en este tema. Dan muchas ganas de leerse ya las dos obras igual que las tres de la mesa anterior, pero habrá que establecer un orden cuando todo esto acabe. Descubro cosas como que hay un club de lectura de novela negra de los mossos, que los escritores se documentan con gente de las capas altas de la policía y que hay una cierta conexión mágica entre ambos, que hay autores que cuando presentan su novela ya tienen escrita la segunda. Curiosa pregunta que hace el moderador a la comisaria hacia el final del acto: ¿aprendéis de los escritores de novela negra?

Y ya no puedo quedarme más a pesar de mis ganas de seguir. Cual cenicienta al filo de la medianoche salgo rápidamente en dirección a dónde he aparcado la moto. Mis actividades laborales y domésticas, ya no las lúdicas, ya no esperan. Mañana será otro día.
Larga vida a bcnegra.

viernes, 1 de febrero de 2013

"Pienso que es bueno que en un relato haya un leve aire de amenaza... Debe haber tensión, una sensación de que algo es inminente"

Raymond Carver

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